En la entrada de hoy voy a escribir sobre el entrenador proactivo.
¿Qué es la proactividad?
Es una actitud por la que el sujeto toma la iniciativa con acciones que le permitan generar mejoras. No es sólo tomar la iniciativa, sino asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan : decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.
Así, como entrenador no debes conformarte con tus conocimientos actuales y tienes que buscar nuevos medios con los que crecer en tu saber baloncestístico.
Avanzar, innovar, investigar, desarrollarte, arriesgar - con mesura- y que todo ello tenga repercusión positiva en el crecimiento de tus jugadores y de tu equipo es, más que una exigencia, una responsabilidad lo que conlleva ser entrenador de baloncesto.
Esta autoexigencia es el compromiso que adaptamos con aquello a lo que dedicamos tanto empeño, haciendo frente a las dificultades que nos vayamos encontrando.
Podemos encontrar dos tipos de entrenadores :
Entrenadores reactivos
- Son aquellos a los que le afecta en demasía el ambiente, loa resultados... las circunstancias. Dependen demasiado del entorno. Centran sus esfuerzos en lograr que lo que preocupa funcione, sin saber que no tiene ningún control sobre ello.
- Son aquellos que se mueven por valores meditados, que reaccionan sólo a lo que consideran importante, qué se preocupa de aquello que él puede solucionar, transmitiendo energía positiva a los que le rodean.
- Asume el liderazgo de sus decisiones.
- Elige sus respuestas y a qué y quién responder.
- Conoce sus fortalezas y debilidades.
- Manifiesta sus opiniones honestamente.
- Confía en si mismo y le gusta asumir retos.
- Actúa con decisión y determinación para alcanzar sus metas.
- Transforma los problemas en oportunidades.
- No abandona a la primera de cambio.
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